Fue alrededor de 1930 cuando arribaron a la isla caribeña de cuba 1200 italianos, la mayoría ingenieros y arquitectos, que visitaban Cuba para construir iglesias católicas. Los italianos no solo llevaron sus conocimientos también trajeron consigo recetas que se fueron adaptando a los ingredientes y a las técnicas cubanas. De ahí se originó lo que se conoce como la pizza cubana.