Los primeros habitantes de Cuba llegaron a su vez del continente americano por vía marítima. Se cree que Cuba concentró migraciones prehistóricas de cazadores y recolectores paleolíticos de todo el continente, desde lo que hoy conocemos como Norteamérica hasta la punta sur de la actual Venezuela, lo cual desembocó en el asentamiento de grupos diferenciados.
Algo de historia
Estos grupos de nativos americanos, al llegar a la isla, se dividieron su vez en tres etnias principales. Los taínos, los guanahatabeys y los siboneys. Se considera que la más antigua corresponde a la cultura guanahatabey, seguida de la siboney y la taína.
Los guanahatabeys vivían principalmente del mar, tenían la piel rojiza y su civilización era bastante simple, ya que en lugar de construir chozas parece ser que utilizaban cuevas para protegerse de los elementos.
Aunque no muy frecuentemente, pues el clima benigno de la isla casi no lo ameritaba y podían sobrevivir cómodamente a cielo abierto. Desarrollaron instrumentos de conchas y eran principalmente recolectores y cazadores.
Las otras dos etnias -los taínos y los siboneys- sí construían chozas y conocían la alfarería. Se asentaron tanto en la playa como tierra adentro, y además de ser cazadores implementaron técnicas rústicas de agricultura que fueron perfeccionando con los siglos.
Poseían una religión animista llena de ritos, que se mezcló bien con la tradición afrocubana de los esclavos negros.
Una alimentación tradicional
Su alimentación era rica en mariscos y en carne de manatí, roedores y reptiles.
Las frutas abundaban en la isla por el clima cálido y la ubicación geográfica, por lo cual el suplemento vitamínico resultaba basto y suficiente. Las leguminosas y los tubérculos también resultaban parte fundamental de su dieta. En general, la historia nos dice que el aborigen cubano, antes de la conquista, era un individuo sano y feliz.
El aborigen indocubano y su encuentro con el viejo mundo
Cuba es una isla que se caracteriza por su nutrido mestizaje, y parte de sus raíces se remonta a los primeros pobladores de la Isla.
Hoy en día, la mayor parte de las etnias primitivas indocubanas que poblaban lo que actualmente conocemos como la isla de Cuba se encuentran extintas. Naturalmente, esto se debió a las consecuencias de la conquista española. Los europeos trajeron consigo tecnologías y animales que los nativos no conocían.
Sin embargo también traían consigo la esclavitud, la avaricia y las enfermedades, para las cuales el sistema inmunológico del indio primitivo no estaba preparado.
Se cuenta que cuando los españoles dominaron a los nativos e instalaron los primeros ingenios azucareros, éstos no duraban ni siquiera un mes sometidos a los inhumanos tratos y a las extenuantes jornadas laborales que se les imponían.
Caían fulminados en cosa de semanas. Es por ello que los españoles, cuando virtualmente acabaron con la población aborigen, optaron por comenzar a importar esclavos africanos, que ya tenían años explotando y cuya resistencia a las jornadas pesadas estaba ya probada por décadas y décadas de trata.
Sin embargo, los aborígenes que quedaron, sometidos a trabajos menos crueles y de los cuales muchos eran mujeres, con frecuencia se reprodujeron con esclavos negros.
A su vez, los campesinos inmigrantes españoles, de clase baja, que llegaron a dedicarse a la plantación de tabaco, muchas veces también procreaban con la indo-cubana. De esta manera, comenzó a gestarse el conocido y diverso mestizaje que hoy por hoy es una de las cualidades que define a la población de Cuba.