El turismo en Cuba no sería lo que es sin la representativa cantidad, variedad y calidad de los productos alimenticios del mar en la isla. Cuba es considerada uno de los mejores lugares para comer mariscos en el mundo, debido a su gran disponibilidad y precio. Aunque el cubano prefiere las carnes rojas de animales terrestres, se dice que el turista llega a abalanzarse sobre los mariscos, y con razón.
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Los productos del mar en la gastronomía cubana

La importancia de los mariscos para los aborígenes indocubanos

Como ya hemos comentado en otros artículos, los mariscos y el pescado representaban una parte fundamental de la ingesta de proteína animal de los nativos de la isla de Cuba. Siboneys, guanahatabeys y taínos los consumían y conocían bien las técnicas de pesca y recolección de los productos del mar.

Entre ellos destacaban diversas especies de pescado, camarones, langostas, y distintos bivalvos como mejillones y ostiones. Entre los crustáceos abundaban las jaibas y los cangrejos. Y en general, cualquier cosa comestible que pudieran obtener del fecundo mar que les rodeaba era utilizada en su gastronomía primitiva.

 

Efectos de la conquista en el consumo de mariscos en la isla

Con los conquistadores españoles, llegaron la esclavitud, las industrias de la colonia y una gran diversidad de animales de corral. Como la pesca no era una actividad económica prioritaria para los conquistadores, y los nativos e la isla comenzaron a ser explotados en ingenios azucareros y otras actividades, el consumo de mariscos decayó bastante, sin embargo no llegó a desaparecer y continúa siendo una parte importante de la gastronomía cubana hoy en día.

El bacalao fue comida de esclavos, y si bien era un producto del mar, este se importaba desde noruega. De hecho, gran parte de la fama del bacalao noruego a lo largo y ancho del mundo se debe a la popularidad que tuvo durante la colonia para alimentar a los esclavos.

Con la influencia de los franceses antillanos que inmigraron a Cuba durante las guerras en Haití, la gastronomía cubana volvió a focalizar su atención en los frutos del mar. Es bien sabido que en la gastronomía francesa, que influyó mucho a la cubana en este periodo, los mariscos y el pescado son considerados de los mejores ingredientes para un platillo de alto nivel.

Hoy en día, podemos disfrutar un sinfín de recetas diversas preparadas a base de mariscos. Desde sopas, cocteles hasta platos fuertes. El marisco es muy buscado por el turista que llega a Cuba buscando la típica experiencia gastronómica de las islas del Caribe. No puede faltar en su visita el tradicional plato de langosta acompañada con sus guarniciones típicas según la zona en que se consuma, siempre con sus gotitas de limón. La mariscada también es un platillo muy socorrido por los turistas y se compone de camarones fritos, langosta, filete de pescado empanizado o a la plancha, todo adornado con vegetales frescos.

 

Industria cubana de pescado y marisco

En Cuba, debido a su condición de Isla tropical, se facilita mucho la obtención de diversas especies de pescado y marisco. Entre los pescados, destaca el consumo de pargo, la Manjúa y la raya, pero también se consume mucho camarón, langosta y crustáceos.

El marisco y el pescado de la industria de los productos del mar en Cuba actualmente se exportan en su mayoría. Una buena parte también es utilizada para abastecer la enorme demanda del sector turístico del país. El cubano promedio no lo consume mucho, dado que la pesca local se encuentra muy restringida y controlada por el estado. Antes de la revolución cubana, la producción y exportación de productos del mar de Cuba al resto del mundo era mucho más elevada.